Cada persona interpreta los valores o rasgos de personalidad de una forma diferente.
Por eso, si no defines claramente qué quieres transmitir, corres el riesgo de que tu público te perciba de una manera distinta a la que esperas.
Tu territorio de marca es el espacio —tangible e intangible— que ocupa tu negocio en la mente de las personas.
Es cómo te ven, qué emociones generas y qué lugar ocupas en su vida.
Por ejemplo:
- Mercedes-Benz ha construido un territorio basado en la elegancia y la exclusividad.
- BMW se enfoca en el placer de conducir.
Ambas venden autos, pero su territorio emocional y racional es totalmente distinto.
🧭 ¿Cómo puedes definir el territorio de tu marca?
Antes de lanzarte a crear un logo o una campaña publicitaria, tómate el tiempo para reflexionar sobre tu negocio:
- Conoce tu marca a fondo.
¿Qué valores te mueven? ¿Qué personalidad tiene tu negocio? ¿Qué quieres que sientan tus clientes cuando piensen en ti? - Define tus objetivos estratégicos.
¿A dónde quieres llegar con tu marca? ¿Qué metas concretas tienes en el corto y largo plazo? - Entiende a tu público.
¿Quién es tu cliente ideal? ¿Qué necesita? ¿Qué problemas puedes resolverle mejor que nadie?
Cuando logras alinear estos tres puntos, tu marca se vuelve más coherente, transparente y auténtica.
Y eso genera algo poderoso: engagement, es decir, conexión real con tus clientes.

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