
Uno de los secretos para que el marketing funcione es tener objetivos claros. Aquí entra un método sencillo: los objetivos SMART.
SMART significa:
- Specific (Específico): Claro y concreto. Ejemplo: “Quiero aumentar mis ventas de empanadas”.
- Measurable (Medible): Que se pueda contar. Ejemplo: “Vender 50 empanadas más cada semana”.
- Achievable (Alcanzable): Algo posible con los recursos que tienes.
- Realistic (Realista): No soñar con cosas imposibles de la noche a la mañana.
- Time-Bound (Con tiempo): Tener un plazo. Ejemplo: “En un mes quiero lograrlo”.
Un mal objetivo sería: “Quiero vender más”.
Un buen objetivo SMART sería: “Quiero aumentar mis ventas de jugos en un 20% durante los próximos dos meses usando promociones en redes sociales”.
¿Ves la diferencia? Los objetivos SMART te ayudan a enfocarte y a no perder energía en intentos sin dirección.

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